jueves, 31 de mayo de 2007

LA CULTURA HUASTECA

No es fácil establecer los límites que alcanzó la cultura Huasteca en la época prehispánica, porque fluctuaron conforme a diversos factores como las migraciones, guerras o cambios climáticos.


La zona tiene vestigios de ocupación desde 1200 a.C., sin embargo, los materiales arqueológicos que identifican la cultura Huasteca como tal se remontan al periodo Formativo, de 1500 a 1000 a.C.


Los huastecos o los huaxteca, como también se les llama, estaban emparentados con los mayas y quedaron aislados durante siglos, hasta que al final del horizonte Clásico, de 600 a 700 d.C. pudieron establecer un intercambio importante con los pueblos mesoamericanos, por lo que su arquitectura y escultura experimentaron una notable evolución.


Tradicionalmente se han trazado los límites de la Huasteca prehispánica de la siguiente forma: al norte el río Soto la Marina, en Tamaulipas; al sur el río Cazones, en Veracruz; al oriente el Golfo de México y al poniente la Sierra Madre Oriental, que comprende parte de los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Querétaro, Hidalgo y una pequeña franja de Puebla.


Estos límites son relativos, pues su ocupación varió conforme a las distintas épocas. Se han encontrado vestigios de la cultura Huasteca en lugares tan apartados como Buenavista Huaxcamá, en el altiplano potosino; Jalpan en Querétaro; Tulancingo en Hidalgo y Huauchinango en Puebla. La zona donde se concentra el núcleo más denso de esta cultura se ubica a una altura no mayor a los 1,000 msnm.


Mientras los pueblos chichimecas, al norte y noroeste, limitaron la expansión de los huastecos, por el sur y suroeste lo hicieron los mexicas en el Postclásico, quienes los hostigaron y establecieron incluso presidios militares como en Teayo, cuya función además, era impedir alianzas entre los pueblos totonacas y huastecos. La relación con los otomíes fue de alianza e intercambio comercial, como lo demuestran los vestigios encontrados en Molango, Metztitlán y Metzquititlán.


Existen objetos de la cultura Huasteca en sitios al sur del río Cazones, como Tenextepec y Tecolutla; sin embargo, se deben considerar como zonas de transición. Respecto a El Tajín, muchos estudiosos sostienen que sus pobladores eran de origen huasteco, pero su arquitectura, en lo fundamental, demuestra que lo integró un grupo distinto. A partir del Epiclásico y el Postclásico, los huastecas muestran clara influencia de la cultura mesoamericana, de la cual habían estado al margen.


Con la Conquista, los pueblos huastecos tuvieron un mayor retroceso geográfico que el iniciado con las invasiones mexicas. Gonzalo de Sandoval y Nuño de Guzmán fueron quienes dieron inicio a este fenómeno, el primero por sus matanzas y el segundo por el tráfico de esclavos.
Años después se produjo una migración de tlaxcaltecas, llevados por los españoles para poblar algunas zonas diezmadas por las enfermedades y el latrocinio, por lo que es común encontrar pueblos, en el corazón de la Huasteca, donde se habla el náhuatl.


La lengua huasteca está en franco proceso de extinción, si bien los nahuas, otomíes, tepehuas y otros grupos étnicos de la región tienen clara influencia de la cultura Huasteca prehispánica y se identifican actualmente como huastecos.

LA REGIÓN HUASTECA



La Huasteca es una región de México que comprende la parte sur del estado de Tamaulipas, el norte de Veracruz, el oriente de San Luis Potosí, el norte del estado de Hidalgo, una porción norte de Querétaro y una porción pequeña del Norte de Puebla. Esta región, no determinada en lo político sino en lo cultural, tuvo como antecedente el antiguo reino de Huastecapan, aquel que forjara la cultura huasteca en la época prehispánica y de la cual quedan vestigios arqueológicos y culturales en toda la región.



En lo cultural podemos considerar a la Huasteca como una región indivisible, aunque se consideran sus subregiones que obedecen a la división política de las entidades federativas a las cuales la región pertenece, así se consideran las huastecas hidalguense, potosina, tamaulipeca, queretana, poblana y veracruzana.



El fenomeno cultural, debido a las migraciones y la valoración de esta cultura, hoy demuestra que existen regiones neo-huastecas, tal es el caso del Distrito Federal, en donde huastecos de distintas generaciones que emigraron a la capital del país, conservan sus tradiciones y hoy reclaman la existencia de la llamada "Huasteca Chilanguense". Así mismo, encontramos otras regiones que sin estar en la husteca, aprecian y propagan las tradiciones, sobretodo las del huapango, tal es el caso de Tecamac, Estado de México y General Terán en Nuevo León.

martes, 15 de mayo de 2007

QUETZALCOATL





Quetzalcoatl es el nombre que dieron los pueblos de habla nahuatl al Ser Supremo. Se compone de dos raíces: Quetzal, “pluma”, y Coatl, “serpiente”. Es un término metafórico, que indica lo que repta y lo que vuela, es decir, la Totalidad.

Otros significados de las raíces del nombre “Quetzalcoatl” que ayudan a entender este concepto tolteca (tomado de los diccionarios: "Vocabulario Nahuatl-castellano", del Padre Molina, México 1966, y "Diccionario de la Lengua Nauatl", de Remi Simeón, edición SXXI, México 2001), son los siguientes:

Quetz: “caracol vocero, barba o melena”.
Quetza: “dar un paso, aconsejar, fecundar, sostén, columna”
Quetzal, “pluma, algo precioso, jade, condición femenina, condición de santidad”.
Quequetza (reduplicado enfático): “ciclo de tiempo, recurrencia”.
Coatl: “serpiente, doble, gemelo, ombligo, experiencia, generación, masculinidad, inmovilidad, pecado”. Este término da origen al aztequismo Coate, "hermano".
La combinación Quetzal-Coatl contiene los siguientes significados, todos relativos a las funciones de Quetzalcoatl en la teología tolteca: “serpiente con plumas”, “doble precioso”, “ave de las edades”, “gema de los ciclos”, “ombligo o centro precioso”, “serpiente acuática fecundadora”, “el de las barbas de serpiente”, “el precioso aconsejador”, “divina dualidad”, “femenino y masculino”, “pecado y perfección", “movimiento y quietud”.
La aparición en Mesoamérica y específicamente en el Anáhuac, de este personaje alto, rubio, blanco, barbado y de profunda cultura ha dado margen a la creación de varios mitos y leyendas que los antropólogos, científicos y exploradores extranjeros han entretejido de una maraña cada vez más difícil de desenredar. En la mitología Tlahuica, tan confusa como la Griega, se borda una historia con respecto a Quetzalcóatl, semejante a la del nacimiento del Rey Salomón, pues se dice en los antiguos códices que Quetzalcóatl fue hijo de una mujer virgen llamada Chimalma y del Rey-Dios Mixtocóatl, monarca de Tollán. Que avergonzada por haber dado a luz sin matrimonio, Chimalma puso en una cesta al niño y lo arrojó al río. (no se sabe a cual) y que unos ancianos lo criaron y educaron, habiendo llegado a ser un hombre sabio y culto que al regresar a Tollán, se hizo cargo del gobierno.
Por otra parte se dice que Quetzalcóatl fue un hombre rubio, blanco, alto, barbado y de grandes conocimientos científicos, que enseñó a los pobladores de lo que hoy es México, a labrar los metales, orfebrería, lapidaria, astrología etc. aunque jamás se llegó a saber su nacionalidad y su procedencia. Cuéntase que habiendo bebido el suave neutle (pulque) se emborrachó y cometió actos bochornosos después de lo cual decidió marcharse para siempre tomando el rumbo del Golfo de México o Mar de las Turquesas.
En un suicidio ceremonial al cual le acompañaban cuatro mancebos sus discípulos, se hundio para siempre, renacienco como la estrella de la Mañana y posteriormente adoptando el nombre de Quetzalcóatl, que quiere decir serpiente emplumada o serpiente de plumaje hermoso.
Los Mayas adoptaron a Quetzalcóatl como deidad pues hasta allá llevó sus conocimentos y su cultura pasmosa, colocándole el nombre de Kukulcan, que quiere decir lo mismo, serpiente emplumada o Votán ( que debe haber sido su nombre real) y recibieron de él las más sabias enseñanzas tanto religiosas como políticas y artísticas.